Los problemas emocionales dependerán de la etapa de vida por la que estemos pasando y sus experiencias. Durante la adolescencia es cuando más fuerte e intenso pueden aparecer estos problemas, que, de no superarse, nos acompañan a la adultez con todo lo que ello implique.
1. La represión emocional
Se aprende a reprimir las emociones cuando crecemos en un entorno familiar y social en que es mal visto expresar las emociones o alguna de ellas. Puedes reconocerlas, pero no sabes, o no quieres expresarlas.
Por ejemplo:
“Llorar es de débiles”. Puedes tener ganas de llorar, pero te será difícil hacerlo.
Cuando esto se hace frecuentemente, toda esa energía emocional se bloquea y puede llegar a reprimirse. Te contienes y, muchas veces no sabes por qué.
La represión emocional hace difícil el vínculo sano con otras personas, porque como ya decía en otro artículo de este blog, necesitamos de conexión emocional para vincularnos sanamente.
2. La negación emocional
La negación de la experiencia emocional se da cuando nos oponemos a nuestras emociones e intentamos no sentirlas. Es como si nada estuviera pasando.
Y es como una olla a presión que necesita hacer una descarga y como no lo logra, comienza a acumular todo el vapor que se genera. Entonces esta energía, que en este caso es energía emocional, se vuelve más poderosa en tu cuerpo y como no puede descargarse por la vía adecuada, busca adaptarse haciéndolo de otra forma.
Por ejemplo, cuando la ansiedad la somatizas en el cuerpo y comienzas a tener dolores muy fuertes en alguna parte de tu cuerpo sin explicación médica. Toda esa emoción negada busca un cana-il de salida.
3. El descontrol emocional
En el descontrol, las emociones te raptan, te desbordan. Es como si se apoderaran de nosotros.
Las emociones podemos gestionarlas, pero en el descontrol eso no se logra.
Todas las emociones se pueden descontrolar, dependerá de las experiencias que estés viviendo y su intensidad.
La tristeza, el miedo, la rabia, incluso las alegrías pueden llevar a conductas desproporcionadas.
4. El enganche emocional
¿Te ha pasado que te cuesta soltar personas, situaciones y también emociones relacionadas a experiencias o personas?
Eso es lo que pasa en el enganche emocional. Puede darse porque tenemos emociones de situaciones pasadas que no hemos sanado. Traumas que se hacen presente porque no los hemos procesado correctamente.
El enganche nos mantiene en el pasado.
5. La desconexión emocional
En la desconexión emocional puedes darte cuenta que algo empieza a pasar, pero te desconectas automáticamente. Es como si interrumpieras un circuito emocional; puedes desconocer tus emociones o reprimirlas e incluso negarlas.
Además, puede darse el bloqueo o enganche emocional. Es como si la desconexión llegara a incluir varias de las dificultades emocionales.
6. Apego a Emociones placenteras
Hay quienes buscan constantemente emociones que les conecte con el placer. El problema de esto, es que no toleran la frustración o emociones que sean displacenteras.
Buscan constantemente sentir placer y es como si fuese un enganche emocional, pero en este caso, la emoción puede no ser real. Van a evitar sentir emociones desagradables, negándolas o reprimiéndolas.
Todos estos problemas emocionales pueden ser conscientes o inconscientes y se relacionan con las experiencias emocionales vividas y con los diferentes tipos de vínculos que se hayan construido.
Si descubres que alguno de estos problemas te pasa y quieres hacerte cargo, es necesario hacer una buena regulación emocional, y para esto es importante entrenar tu inteligencia emocional… trabajar en ti.
Puede ser, que las presiones en un ámbito de tu vida más que en otro, te cableen con uno de estos problemas, lo central es darte cuenta.
Y si no puedes gestionar las emociones tú sol@, puedes pedir ayuda profesional. Así aprenderás a gestionarlas de una manera más sana, consciente, impactando positivamente en tus relaciones, tu desempeño y bienestar.
Un abrazo,
Paola Mora M
Psicóloga – Coach -Terapeuta