El vacío emocional es sufrimiento y conflicto interior, cuando no sabes qué te pasa o no sientes nada. Pierdes la motivación, el interés y sientes ansiedad, incluso puede sufrir de crisis de pánico.
Una consultante me decía “tengo una sensación de vacío, no le veo sentido hacer las cosas… las hago, pero porque hay que hacerlas. Ahora, que estoy de vacaciones, me siento más vacía. He pensado en hacerme daño, pero no me siento capaz de hacerlo”.
Casos como estos, han aumentado en el último tiempo y lamentablemente muchas veces se confunde como algo normal de la adolescencia, juventud o etapa de vida, sin embargo, en nuestra cultura occidental muchas veces si no pedimos ayuda, puede transformarse en una crisis de mucho sufrimiento y desolación.
Muchos intentan llenar ese vacío con:
- una larga lista de actividades diarias que les impidan pensar
- la comida, atracones o
- sustancias como las drogas y el alcohol
- compras compulsivas.
Sin embargo, ninguna de estas alternativas son soluciones definitivas, son paliativos momentáneos que sólo sirven para aumentar la sensación de vacío interior.
Cómo superar esta falta de sentido
- Reconoce el vacío. Es fundamental no refugiarse en conductas dañinas para esconder el vacío que se siente. El primer paso para dejar atrás esa sensación consiste en reconocerla.
- Asume el vacío como una oportunidad. Cambiar la perspectiva y asumirlo como una oportunidad para cambiar y explorar nuevas cosas. Aunque sentir ese vacío puede que no sea muy agradable, es una señal de que necesitas cambiar.
- Deja de buscar fuera y mirar dentro de ti. El vacío no se puede rellenar con cosas, sólo puede colmarse con símbolos que tengan un significado especial. Así, la búsqueda de sentido siempre es un viaje personal, por lo que es esencial mirar hacia dentro y encontrar los propios significados, aquello que te hace vibrar, motiva e ilusiona.
- Pasar más tiempo contigo. El vacío emocional es, en cierta forma, una desconexión de ti. Es importante comenzar a mirar tus deseos, miedos, esperanzas y metas, esto te ayudará a crear nuevos significados en la vida. Quizás al principio se sentirá incómodo, pero a medida que aprendas a conocerte mejor, ese sentimiento de vacío irá desapareciendo.
- Reconfortarte. Si te has pasado mucho tiempo poniendo en primer lugar las necesidades de los demás y queriendo satisfacerlas, es probable que necesites comenzar a cuidar más de ti, reconfortarte y darte “una palmadita en el hombro” cada vez que haces algo bien. Esa será una nueva forma de relacionarte contigo y te ayudará a fortalecer la autoestima y aumentar tu autoconfianza.
Terapia y coaching como un soporte fundamental
Es necesario que te ayudes a encontrar y desarrollar estrategias para afrontar el vacío y tener pautas para la detección de pensamientos negativos y su manejo. En la mayoría de los casos, es imprescindible trabajar el autoconcepto y la autoestima.
Una terapia te ayuda a sanar bloqueos emocionales y superar situaciones limitantes. Te ayuda al autoconocimiento, descubrir facetas de ti, conectar con habilidades y capacidades tuyas como también, conectar con tu futuro disminuyendo la ansiedad que aparece cuando piensas en esto.
En la terapia, se afrontan preguntas importantes como:
- para qué sirvo
- qué quiero hacer en mi vida
- qué quiero estudiar
- qué me satisface de verdad
- cuál es mi vocación…
Estas preguntas llevan a un proceso de redescubrimiento interior y comprender que más allá de las circunstancias, tienes la libertad de elegir cómo reaccionar.
Para esto es fundamental un/a terapeuta que mire y devuelva esa imagen positiva de ti, donde aprendas que la angustia puede ser sostenida y calmada. Y para cambiar los pensamientos y emociones negativas por otros más positivos.
El coaching te ayudará a establecer objetivos, definir planes de acción para concretar las metas que vayan apareciendo y tomar decisiones acertadas. Emprender nuevos proyectos y actividades ligadas a intereses que vayas priorizando en lo personal, académico, social, etc. Además, podrás, aprender técnicas de gestión de las emociones para hacerte cargo del bienestar.
Cuando el vacío existencial no se aborda, lo más común es que se termine sufriendo una depresión, la cual se acompañará de la dificultad o pérdida de experimentar placer, sentimientos de desesperanza e indefensión, así como, en los casos más graves, de ideación suicida.
Llenar ese vacío significa que se tiene que reconstruir la identidad y volver a conectar con los demás, con la vida y consigo mismo.
Un abrazo,
Paola Mora M
Psicóloga – Coach