En este post hablaremos sobre los equipos de alto desempeño y cómo se hace aún más importante, una estrategia dirigida a invertir en el desarrollo de las personas y un ambiente emocional positivo cuando existe un contexto económico más lento o complejo a nivel de la organización y/o país.
Marcial Losada psicólogo y científico chileno puso en la mesa de los negocios, el concepto de Florecimiento para el alto desempeño de un equipo. Losada además de estudiar psicología, se formó en matemáticas, y entró en una muy especial y avanzada, llamada dinámica no lineal, dado que partió de la base, de que en todos los procesos de interacción no sirve el modelo lineal. De esta manera, pudo calcular lo que observaba en los equipos y logró determinar a partir de qué proporción de informaciones o retroalimentaciones positivas y negativas, el equipo comenzaba a ser creativo, generativo, intuitivo, transformándolo en un equipo de alto desempeño.
Losada descubrió la llamada “Línea Losada”. Una proporción que existe entre información positiva y negativa que debe darse en el interior de un equipo para dar sus mejores resultados. Llegó a calcular que para que un equipo empiece a ser generativo y creativo es necesario que por cada información o feedback negativo, se den tres informaciones o feedbacks positivos. Esta tasa corresponde a 2,9013 (Línea Losada).
¿Qué es un equipo de alto desempeño?
En el mundo de los negocios el foco de interés es cómo medir rentabilidad, satisfacción de clientes y la evaluación interna de 360°. Losada entonces llamó equipo de alto desempeño, aquel que era rentable, mantenía satisfechos a sus clientes y demostraba una alta evaluación interna de desempeño. Sin embargo, con el tiempo este científico generalizó el tema y derivó al concepto de Florecimiento, el cual incorporó una dimensión más humana, al observar los equipos de personas en el ámbito familiar, educacional, amigos, parejas, etc.
En un equipo puede suceder que: las personas se resten, y entonces el equipo rinde menos que si cada integrante trabajara por sí solo; también, puede suceder que las personas se sumen y que cada uno aporte con su trabajo, y esto ya es favorable; pero lo que marca la diferencia en un equipo, es lograr la sinergia.
Entonces el descubrimiento de esta tasa de positividad/negatividad es central, ya que es necesario dar información negativa para corregir pero el punto es en qué proporción se entrega. Así, aprendiendo a gestionar correctamente la proporción de esta tasa, un jefe podrá apalancar el desempeño de su equipo. Y como parte de la información positiva/negativa que requiere esta tasa, se incluyen las señales no verbales de los integrantes del equipo cuando están en interacción.
En sus estudios también ha descubierto algo en los equipos que tiene que ver con la creación de un espacio emocional que llama campo emocional por ser un campo magnético, eléctrico. En este campo, existen fuerzas como las emociones, movimientos que abren o cierran la posibilidad de acción dependiendo de cuál sea esa emoción. Entonces ¿cómo generamos ese campo emocional? A partir de la tasa P/N, esto es, cuando la tasa está dentro de la línea Losada (2,9 a 1) el campo emocional es expansivo y aparecen emociones como la alegría, entusiasmo, pasión y cuando la tasa baja de esta proporción, el campo se vuelve restrictivo y aparecen emociones como la rabia, el miedo, la culpa. Por eso, en una organización con un desempeño insuficiente, podemos observar que prevalecen emociones negativas, como por ejemplo, miedo a cometer errores, miedo a la jefatura, miedo a perder el trabajo, es decir, un campo emocional restrictivo.
Otro descubrimiento, que habla del alto desempeño de un equipo ha sido la Conectividad. Esta variable se relaciona en gran parte, con el campo emocional y una pequeña parte, con la coordinación de acciones. Es decir, la conectividad es 95% campo emocional y 5% coordinación de acciones. Por eso, en una organización invertir en desarrollo de competencias de liderazgo, programas de reconocimiento al buen desempeño, desarrollo de competencias comunicacionales en el equipo, clima laboral en general, es muy beneficioso para todos, porque apunta a ese 95% relacionado con el campo emocional expansivo. Por supuesto, también es beneficios invertir en este otro 5% relacionado con los procesos internos de la organización y que permitan eficientar; sin embargo, el punto es que muchas veces las empresas tienen el foco de puesto de manera inversa.
A continuación, en la imagen se muestra la interrelación de tres variables bipolares:
X= es el nivel de simetría entre indagar y argumentar
Y= Es la proporción entre información negativa y positiva que se dan entre sí los miembros del equipo.
Z= Es el nivel de simetría entre estar enfocado en Uno (self) –foco interno (uno mismo, el equipo, la organización)-, y el Otro (other)– foco externo (el equipo, la organización, el entorno).
Este es un modelo matemático, en que las líneas no son relaciones en que una incide en la otra, sino que representan ecuaciones.
Si de estas variables resulta una tasa de positividad/negatividad entre 2,9013 y 11,6345 entonces el equipo está en la zona Losada, zona de florecimiento.
Cuando las personas del grupo entran en una dinámica de complexor (orden complejo) en la que sus conversaciones contienen de forma simétrica preguntas y argumentos, y además pueden enfocarse tanto en uno mismo como en el otro, siendo la retroalimentación que se dan principalmente positiva, entonces ese equipo florece y está en condiciones de dar lo mejor de sí mismo.
Entonces, si reflexionamos sobre lo expuesto, podemos contar con los mejores profesionales en una empresa; sin embargo, sólo cuando esos mejores sean capaces de alcanzar la mejor interacción entre ellos, podrán obtener el total de los mejores resultados; entre tanto, solo se consigue una parte.
En este contexto, podemos entender la contribución de intervenir con programas de coaching en las organizaciones. A través de estos programas, los jefes logran conocerse más. En particular, identifican sus comportamientos y gestos que los aleja de las personas y otros, que los acerca y cómo pueden mejorar para impactar positivamente en el desempeño propio y del equipo. De esta manera, el coaching se convierte en una gran oportunidad de mejora de las organizaciones, pues es una herramienta que colabora en el ajuste y engranaje de las relaciones.
Además, un/a coach con su intervención permite contener las emociones que surgen en la interacción de un equipo y proponer una vía alternativa de salida y de elaboración emocional, dando pie a que las personas se sientan cada vez más conectadas entre ellas. El o la coach ayudará a crear un campo emocional que inste a desarrollar el aprendizaje que requieran en cada caso y en cada momento.
Y luego de leer la nota, ¿tú que piensas? ¿es importante invertir en el desarrollo de las personas cuando existe un contexto económico más lento o complejo?
PAOLA MORA
Socia – Psicóloga & Coach Laboral
Despliega