En estos días en que las circunstancias no han obligado a trabajar full desde casa, uno de los desafíos importantes que hemos enfrentado trabajando desde el hogar, ha sido el compartir el tiempo laboral con muchas otras actividades domésticas y familiares que nos sacan de nuestro trabajo.
Aquí te dejo tres líneas de acción que te ayudarán:
1.- Evita administrar tu tiempo en base a crisis:
Esto ocurre cuando estás el 90% de tu tiempo en actividades que son importantes y urgentes a la vez. Por ejemplo, los problemas apremiantes y los proyectos cuyas fechas están por vencer. Es aquí cuando nos estresamos, nos abrumamos, estamos siempre apagando incendios.
2.- Evita Administrar sobre la base de las expectativas de otros:
Es decir, cuando dedicas mucho tiempo a actividades urgentes, pero no importantes. Y estas urgencias muy a menudo se basan en las prioridades y expectativas de otras personas y te sacan de tus prioridades o de tu programación.
No es que no respondas a otros, sino que lo hagas en la medida que te sea posible y el tiempo lo permita. Aprender a poner límites es una vía para que recuperes la sensación de control y seas más efectivo.
Operar en base a las expectativas de otros te llevará muy probablemente a no considerar tus metas y planes.
3.- Administra en base a la Efectividad:
Elimina todas las actividades que, urgentes o no, no son importantes. Y si quieres hacer algunas de ellas, por ejemplo, revisar tus redes sociales, hazlo cuando te hayas hecho cargo de lo importante.
Reduce el número de las actividades y problemas apremiantes, ¡realizándolas ya! y cumple tu programación… no demores nada.
Trata las actividades que no son urgentes, pero sí importantes. Dedica tiempo a construir y mantener tus relaciones familiares y laborales y conversa sobre cómo mejorar la coordinación y prevenir los problemas; planifica a mediano alcance, realiza actividades de prevención y mantención como lo es el descanso, el ejercicio, la meditación, y en general de todas esas cosas que sabemos que hay que hacer, pero que solemos eludir, porque no son urgentes pero que al dejarlas de planificar o postergarlas, pueden desencadenar en problemas futuros.
Espero que este post, haya sido una ayuda para ti
Un abrazo,
Paola Mora
Psicóloga, coach y terapeuta.